martes, 15 de septiembre de 2020

Oscuridad

  

 


Cuando somos pequeños, la oscuridad da miedo porque se esconden monstruos en las esquinas y bajo la cama. Cuando te haces mayor, los monstruos son diferentes. Falta de confianza en uno mismo, soledad, el temor a lo nuevo, el arrepentimiento... Y aunque se supone que somos mayores y más sabios, te sigue dando miedo la noche….. Dormir…..! Es lo más fácil de hacer. Solo hay que cerrar los ojos. Pero para muchos de nosotros, dormir parece estar fuera de nuestro alcance. Queremos hacerlo, pero no sabemos cómo conseguirlo nuestros monstros nos visitan.
Pero una vez que nos enfrentamos a nuestros demonios, nos enfrentamos a nuestros miedos y nos entregamos a los demás para ayudar. La noche no da tanto miedo porque nos damos cuenta de que no estamos completamente solos en la oscuridad.

Inefable

  

 

 


Creo que las palabras y las letras contienen los secretos del universo. Que en sus formas y sonidos podría encontrarlo todo y llegar más allá de mí mismo, alcanzar algo especial, perfecto. Creo que podía llegar al oído de Dios (...) que las letras y las palabras me guiarían para llegar más allá de mí mismo, para saber que el mundo volvía a estar recompuesto y como los antiguos místicos, Dios fluiría a través de mí.

La Luz y La Oscuridad

 


Al principio de este año cuando el virus comenzó hacer su aparición en el mundo llegue a la conclusión de publicar ningún articulo negativo o que reforzará la propaganda que la oscuridad hiciese sobre la enfermedad, pues pienso que la gente y el mundo ya están bien jodidos como para llevar yo mas leña a la hoguera, por lo general se dice que la mejor manera de combatir la oscuridad es llevando luz, creo que a veces nos parece que la oscuridad va ganado terreno pero creo que eso se debe básicamente a que la oscuridad es la dueña de los medios de comunicación y las redes sociales.


En artículos anteriores he mencionado que hay una batalla entre la luz y la oscuridad. Toda alma humana ha conocido, quizá incluso antes de su nacimiento, imágenes puras tales como la paz, la belleza, el Amor nacemos con una chipa divina ese aliento de vida que heredamos de la fuente de donde todo proviene esto es inherente a nuestra naturaleza, de ahí la premura del mundo por destruir o aplacar a nuestro niño Esta terrible crueldad, ¿de dónde sale? ¿Cómo ha arraigado en el mundo? ¿De qué semilla, de que raíz ha brotado? Y ¿de quién es obra? ¿Quién nos mata? Nos arrebata la vida y la luz nos hace esclavos haciéndonos creer que somos libres, que tendremos salud si nos aislamos o entregamos nuestro destino en sus manos ¿Acaso nuestra destrucción beneficia a la Tierra? ¿Ayuda a que crezca la hierba o luzca el Sol?  Todos tenemos luz y oscuridad en nuestro interior. Lo que importa es lo que elegimos potenciar recordemos que fuimos creados con la capacidad de elegir el libre albedrío es un don y regalo que ha sido otorgado a toda la humanidad y que no hemos sabido utilizar con sabiduría.


 

Hace unos días escribí sobre la posibilidad de el fin de la humanidad de aquello que nos convierte en verdaderos seres humanos, he de confesar que había tenido unos días en los que me había sumergido en las aguas de la desesperanza y el negativismo ¿También en ti hay esta oscuridad? ¿Has vivido esta negra noche? Creo que todos somos zarandeados en las situaciones difíciles pero la crisis si se saben aprovechar pueden ser de mucho beneficio también las crisis hacen que lo que llevamos dentro salga a la luz, pienso que esta crisis no solo ha desatado una situación que pone en duda nuestra humanidad y los niveles de conciencia creo que también fortalecerá la fe y la convicciones de quienes hemos elegido recorrer la vida por la senda del espíritu, creo que a pesar de todo hay quienes continúan alumbrando al mundo con sus actos de bondad los que caminan por la vida seguros sin miedo, los que no se han entregado al temor por la muerte y apuestan por una vida viva, una que no dependa de lo que ocurra fuera .  inclinados hacia lo que es bueno cultivando las   sencillas del amor, serenas y felices que vimos una vez y otra más con luz pura y clara.


 

En la vida hay tinieblas, pero también hay luces. Y tú eres la luz de toda luz. Como en un cuento Hay dos lobos que siempre están luchando. Uno es oscuridad y desesperación. El otro es luz y esperanza. ¿Cuál gana? Aquel al que alimentas A veces es fácil olvidar que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo tropezando en la oscuridad. De repente una luz se enciende y hay... un sentimiento de   que se esparce Hemos pasado tanto tiempo en la oscuridad que a veces olvidamos lo bonita que es la luz. Esta búsqueda, esta necesidad de resolver los misterios de la vida. Es irrelevante cuando realmente el corazón humano sólo puede encontrar significado a instantes en su existencia, nunca el significado global. Esos instantes nos rodean, nos envuelven. En la luz y en la oscuridad solo podemos esforzarnos por mantener una vida equilibrada en tendiendo que la salud es parte de un todo y que abarca no solo el cuerpo sino también la mente, el corazón y el espíritu teniendo presente que somos espíritus teniendo una experiencia física, que la vida en la tierra es solo por un pequeño lapso de tiempo algún día abandonaremos estos cuerpos físicos, pero la vida ha de continuar pues lo que nos da vida es el Amor.


 

Humanizar el mundo significa sentirnos cada vez más dueños de él en los niveles elevados del ser, realizando verdaderos actos de bondad, cuidando la creación en todo momento y lugar vernos, sentirnos como verdaderos hijos del amor portadores de la luz, libres no como el mundo cree que es libre, sin miedo seguros dispuestos a ser luz no por lo que decimos sino por nuestras acciones, esto parece un sermón, pero en realidad mi intención es intentar que tu conectes con tu conciencia con tu verdadera esencia pero al final es la elección de cada uno y nuestra forma de actuar lo que determinará que tan humanos somos.

 

Que el Amor sea en ti

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Humanidad

 


“De Dios no proviene ni el bien ni el mal, ¿por qué nos quejamos entonces en lugar de enmendar nuestros actos?” (Lamentaciones 3-38).

 Desde que puedo recordar, siempre hemos miedo. Miedo al fracaso, a decepcionar a la gente, a hacerles daño, a que nos lo hagan, Pensamos que, si se está en guardia y nos centramos en otras cosas, mantenernos lejos de otras personas, entonces nada nos haría daño. Nos da miedo la muerte, lo desconocido, No sólo nos cerramos al dolor. Está bien vivir el ahora, pero lo mejor del ahora es que hay otro mañana, Desde el principio de los tiempos se ha venido llevando una batalla en la sombra entre los ejércitos de la Luz y la oscuridad. Puede librarse a gran escala o bien dentro del corazón de un simple individuo, o incluso de un niño. La oscuridad ha tomado muchas formas y ha usado las más siniestras artimañas. Vivimos en una era en la cual la Humanidad está al borde de la extinción y antes de continuar debo establecer que se entiende por Humanidad, En su uso más general y amplio se dice que la humanidad es aquel conjunto conformado por seres humanos o sea a la especie de los hombres. Es decir, que el concepto se vincula estrechamente con el género humano. Por otra parte, y la cuestión que más nos interesa, la humanidad puede ser aquella bondad y sensibilidad que una persona le demuestra a su prójimo a sus pares y que se manifiesta en su manera de actuar tendiente siempre a evitarles algún daño o complicación en su existencia y a tenderles una mano cuando lo necesitan es a este aspecto en el que deseo centrarme. El trato humano es algo fundamental para que una sociedad goce de una total armonía.


Desde antes de la pandemia que estamos viviendo, muchos hablábamos de la posibilidad de la extinción de la humanidad. La sociedad de hoy a la cual llaman posmodernismo no es más que la consecución del consumismo excesivo la radicalización de capitalismo ahora como la única alternativa económica y pese a los argumentos de quienes defienden y promueven este tipo de organización de la sociedad sigue vigente la marginación de las minorías. Las instituciones sociales cambian.  Se promueven los conflictos armados tan solo para satisfacer los deseos e intereses de quienes mueven los hilos de la desigualdad.  Desde hace algunas décadas pensábamos que una guerra nuclear acabaría con el hombre y la humanidad El destino que tuvo el descubrimiento de la enorme energía que se liberaba con la fusión nuclear, convertida en energía atómica y poco después en arma nuclear, demostró que nuestro poder podía ser utilizado contra nosotros mismos tenemos armamentos nucleares como para destruir el planeta y toda la vida una buena cantidad de veces.


Además, hemos seguido ensayando como humanidad, no sólo esa energía como arma, sino también los conocimientos químicos y biológicos sobre virus y genética y ya se han aplicado a lo largo de todo un siglo, no solo como arma, sino que se han ensayado sobre las poblaciones, hoy somos mas eficientes para matar y controlar.

No debemos ser ingenuos y pensar que nada tenemos que ver con las tragedias de la humanidad. Hemos ocasionado –la especie humana– más aniquilación que todas las demás criaturas del mundo y los cataclismos naturales. Hoy los hombres recogemos los frutos de nuestra cosecha y no hablo de la eclosión demográfica, ni del cambio climático o de millones de animales sometidos al sufrimiento y la miseria antes de consumirlos o por puro entretenimiento, si los hombres merecemos desaparecer y planteado así sería un asunto de justicia poética, realmente los hombres hemos sido una pésima tripulación para guiar esta nave que llamamos Tierra,  pero como un asunto de filosofía moral no hay lugar a dudas que no sería nuestra desaparición como especie un trastorno sino una gran suerte, una verdadera fortuna para la naturaleza y el propio planeta. El Hombre y su larga lista de crímenes y excesos, guerras de siglos, genocidios y destrucción no inspiran mucha simpatía. La perversión de la democracia liberal, el uso macabro de la fuerza policial al servicio de los grandes intereses y la profunda distorsión de organismos de coordinación del bien común (ONU, OEA, OMS)


 

 Esta  consecución de  acciones de causa y efecto, de siembra y cosecha  y que la pandemia ha dejado en evidencia, como el aislamiento, la utilización del miedo como instrumento de dominación, y aprovechamiento a nivel local para desarrollar acciones contra la población  vemos como muchos actores se han aprovechado de la situación llevando a los sectores más vulnerables de la sociedad a situaciones extremas si alimentos y si posibilidad de acceso a los servicios sanitarios de violación de  los derechos fundamentales la perdida de libertades, pero también a nivel individual se ha puesto de manifiesto quienes somos esa pandemia ha sacado lo peor y lo mejor de las personas pero como sociedad nos ha puesto en evidencia, pues es en la crisis donde brota nuestra verdadera esencia  de las personas es en esta situaciones  en que nos damos cuenta cuales son nuestras verdaderas  creencias, nuestros valores y principios.


 

Pienso que la Humanidad de continuar en este rumbo se aproxima a la extinción, y no hablo de la desaparición de los seres humanos, me refiero a las acciones que nos hacen realmente humanos, lo que nos haría merecedores del puesto de Señores de la creación, pero esto depende lo que cada uno de nosotros determine como su naturaleza, en que mundo deseamos vivir, en mi caso tengo la esperanza en que la humanidad encontrará su camino hacia una sociedad justa, un mundo de paz desarrollando aquello que nos hace humanos, una cultura basada en el corazón, donde valores como bondad, solidaridad, empatía y respeto guíen las decisiones que hagamos a diario como individuos y como sociedad, algunos dirán eso es una mera utopía, pero que es la vida sino una utopía una gran obra donde los actores escribimos la historia.


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