martes, 28 de marzo de 2017

Vaquitas marinas de México en peligro crítico






La semana pasada se hallaron dos cuerpos de vaquitas marinas, una de las especies más amenazadas del mundo, uno de los cuales pertenecía a una hembra de alrededor de 60 años, aparentemente después de haber quedado atrapado en redes de pesca ilegales y el otro de un bebé recién nacido.”

El grupo mexicano de protección ambiental, Profepa, anunció que el cuerpo de una hembra de 145 cm de alto, había sido encontrado con múltiples laceraciones, incluyendo heridas que podrían haber sido infringidas por las aspas de un barco. Profepa rescato el cuerpo del animal a 26 kilómetros al norte de la aldea en San Felipa, después de ser alertados por la tripulación de un buque perteneciente al grupo de protección marina de EEUU, Sea Shepherd. El animal estaba dentro del ámbito de la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California, el único hábitat de la vaquita marina (Phocoena sinus), un mamífero marino que ocupa un lugar preponderante en la lista de especies en peligro de extinción desde hace 26 años.



El pequeño Un pequeño ejemplar según denuncia el grupo ambientalista estadounidense que lo halló, fue encontrado en el norte del golfo de California; se sabe que era un recién nacido dado que aún tenía el cordón umbilical. Sus descubridores están trabajando con las autoridades mexicanas para determinar qué mató al animal, pero han explicado que la causa más común del fallecimiento de las vaquitas, que son la especie más pequeña de marsopas del mundo, se debe en general a que se quedan enganchados en las redes ilegales de totobas. Las autoridades de protección ambiental de México explicaron que el cadáver sería enviado a un laboratorio en San Francisco donde se comprobaría la presencia de sustancias tóxicas, virus y bacterias. Dado que esta especie da a luz cada dos años, la muerte de los bebés
es sumamente alarmante.


Lucha denodada por protegerlas El gobierno mexicano ha incrementado la vigilancia en el área desde el año 2015, con patrullas de buques de la Armada y aviones para evitar la pesca ilegal de totoabas, que viven en la misma zona que la vaquita.



El Ministerio de Medio Ambiente ha declarado que sólo quedan unas 60 vaquitas, aunque un recuento realizado por la sociedad de preservación CIRVA estima que la población era solo de 30 ejemplares a finales de 2016 y predicen que si todo continúa igual para 2022 la especie se habrá extinguido. Profepa se comprometió a mantener un "ataque frontal" contra la pesca ilegal de totoabas (Totoaba macdonaldi), dado que esta especie también está en peligro crítico y su captura ilícita es la mayor amenaza para ellos y las vaquitas.




Fuente: Eco América

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