Un galardón muy merecido El martes pasado, el rey Felipe VI de España presentó el 23º Premio Bartolomé de las Casas, que en esta oportunidad le fue concedido a Ruth Buendía, por su liderazgo como presidenta de la Central Ashaninka del Río Ene (CARE), una organización local que reúne a 17 comunidades indígenas y trabaja para defender sus derechos sobre las tierras y su preservación. El jurado del distinguido premio reconoció los esfuerzos de Buendia y de las comunidades que la apoyan, para proporcionar acceso a los servicios de salud pública y educación a los indígenas. Asimismo, la organización CARE que lidera, logró detener la construcción de la presa hidroeléctrica de Patizipatango, lo que impidió que se inundaran tierras de 10 comunidades y se provocase un importante impacto medioambiental en la zona.
En 2014, Buendia recibió el Premio Ambiental Goldman, el Premio Nobel Verde, que reconoce a los individuos por los esfuerzos sostenidos y significativos para proteger y mejorar el Medio Ambiente natural, a menudo con gran riesgo personal, como ocurrió con la hondureña Berta Cáceres, también ganadora de este premio. Este premio se le concedió a Ruth Buendia, gracias a su importante contribución al desarrollo humano y sostenible de las comunidades indígenas, así como por su trabajo de protección ambiental y de conservación de los parajes naturales y las tierras ancestrales. En esta oportunidad, el Premio Bartolomé de las Casas fue compartido, puesto que también se le otorgó a la Fundación Caminos de Identidad (Fundación Caminos de Identidad) de Colombia por su trabajo constante de fortalecimiento de la identidad y autonomía de los pueblos indígenas en diferentes campos: educación, soberanía alimentaria, familia, infancia y juventud.
El Premio Bartolomé de las Casas fue creado en 1991, con el fin de reconocer y destacar, las contribuciones más sobresalientes y los liderazgos más prominentes, en la promoción y defensa de los derechos y valores de los pueblos indígenas. Se le nombró Fray Bartolomé de las Casas, en reconocimiento a la figura del fraile dominico que, habiendo viajado a América como encomendero, acabó siendo el mayor defensor de los derechos de los pueblos indígenas del siglo XVII. El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso María Dastis Quecedo, el secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Fernando García Casas y la ministra de Justicia y Derechos Humanos de Perú, María Soledad Pérez Tello, también estuvieron presente en la ceremonia de premiación.
Fuente: Eco América
Fuente: Eco América
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