Cuanto se ha dicho de este tema, esta frase recurrente que ha dado el nombre a
libros e historias y que hoy en día nos es difícil para mucho alcanzar este
estado de conciencia, el Aquí y el ahora está directa mente relacionado con dos
leyes universales; la Ley de dar y recibir o causa y efecto, y la Ley de
siembra y cosecha, pero antes de entrar
en detalle me gustaría contarles una vieja historia probable mente la haz
escuchado en otras ocasiones pero es bueno recordarla.
Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo:
Me han dicho que tú eres sabio…
Por favor, dime ¿qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance
de las demás de las personas?
El anciano le contestó:
Cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando
hablo contigo, sólo hablo contigo.
Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio, le contestó
el hombre, sorprendido!
Yo no lo creo así, le replicó el anciano.
Pues cuando duermes recuerdas los
problemas que tuviste durante el día o imaginas los que podrás tener al
levantarte.
Cuando comes estás planeando lo
que vas a hacer más tarde.
Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme o cómo vas a
responderme, antes de que yo termine de hablar.
Nos pasamos media vida invirtiendo en nuestro futuro:
preparándonos para lo que nos espera,
pensando en si tendremos trabajo o una
persona con la que compartir tu vida, creando y alimentando expectativas. Te inculcan que pienses en el mañana, las
aseguradoras basan su accionar en esta premisa pues te venden la idea de que el
futuro hay que asegurarlo en cada paso que damos, de modo que una buena parte de nuestro presente lo
dedicamos a pensar en lo que vamos
experimentar dentro de unos años, tenemos la idea que la felicidad es una meta
que conquistar y no una forma de caminar, las cosas verdaderas perduran por
siempre y lo temporal es efímero, es en ese sentido que el presente es lo único
verdadero pues la vida permanece en un eterno presente, pero gastamos mucha de nuestra energía en pensar
en el futuro y en extrañar el pasado o en sentir una y otra vez aquello que nos
causó dolor, llegamos al último
tercio de la vida y nos sorprendemos a
nosotros mismo con frecuencia anclados en el pasado, rememorando cuando podríamos
haber hecho , cuándo aún tenemos las fuerzas para tal otra o cuándo cualquier
tiempo pasado fue mejor, es por ello que pienso que el mundo está lleno de
adolecentes de más de 50
De esta sutil manera te pasas práctica mente
la totalidad de nuestras vida desviando la atención hacia el pasado o
el futuro. Y mientras, nuestro calendario, implacable, pagina tras
pagina ha seguido avanzando y la
vida ha seguido su curso. “¿Dónde
ha estado el presente que no me he enterado? ......!!!! piensas
Y es que el presente, la vida real, es lo que pasa
mientras sigues ensimismado en el pasado o te anticipas al futuro.
Vuelve, estás aquí y ahora.
La constante inclinación de estar en el pasado o en el futuro evita que
disfrutemos de la verdadera vida, pues la vida es lo que nos sucede a cada instante
con cada bocanada de aire, cada golpe del corazón, si tan solo pudiésemos disfrutar cada experiencia como tal, sin
juzgarla, sin ese bullicio mental al que estamos acostumbrados, tratando de
definir la vida, guiándonos por estereotipos y pre-conceptos, Intenta disfrutar con todos tus sentidos de cada experiencia , sin valorarla o pensar sobre
ella, simplemente siéntela, cada día está lleno de infinitas posibilidades,
comienza tu día con una sonrisa, cada día al despertar es un renacer todo
es nuevo, el ayer es historia y el ahora es la oportunidad que el universo nos
ofrece . Mantén un estado de ánimo optimista, confiando en que las cosas
saldrán bien, lo que hagamos hoy determinará nuestro futuro así que vive un día
a la vez.
Al sorprendernos rebobinando una escena de tu pasado, piensa
realmente lo que estamos dejando de vivir en ese instante por retrotraerte a
algo que ya no está y que no se puede modificar, pues lo pasado ha pasado y
nada lo puede alterar, y a este respecto solo podemos alternar nuestra percepción
de ello, perdonar, perdonarnos y enfocar
nuestra energía en lo que podemos hacer ahora, Conéctate totalmente con lo que
percibes, dentro y fuera de ti, capta todos los elementos como sea posible, lo
que visualizas, los sonidos, los olores, el tacto, potenciando y
magnificando así las sensaciones que te brindan tus sentidos a través de
estímulos agradables que te conecten con el mundo, de manera armoniosa,
equilibrada y placentera.
Suena raro, pero es difícil
encontrar momentos para no hacer nada. Pareciera como si tuvieras que hacer
constantemente algo. Hasta el ocio se llega a plantear como una sucesión de actividades
encadenadas que dificultan la atención plena en el presente.
La mayoría de la ocasiones cuando
las personas salen de paseo, asumen una dinámica en la que es imposible disfrutar
cada instante de este desde que suben al medio de transporte es una carrera por
llegar a una hora determinada, por estar en un sitio , en fin nos olvidamos que
el objetivo es relajarnos y disfrutar de la vida como tal.
Rescata algún instante para desconectar , deja que tu mente se vacíe, sin juzgarte por ello. Crea algún paréntesis que no te obligue a ser productivo, simplemente permitiese estar en el mundo con los otros, tal y como tú eres, sin necesidad de hablar, realizar o expresar.
Sueña en grande por un futuro
mejor, pero establece metas y da el primer paso, luego pisa firme y seguro tus
siguientes pasos viviendo “en presente” cada momento, disfruta tus
logros , pero ten presente que el futuro se construye aquí y
ahora, disfruta de los tuyos haz algo por los demás y por el planeta vive como
si hoy fuese tu ultimo día, trabaja, abraza, besa, baila, corre, nada,
vuela......o simplemente solo aquieta tu mente y llena de calma tu corazón.